- El «animal más peligroso» de Madrid no es un lobo ni una serpiente: mide apenas unos milímetros.
- Así puedes protegerte en el campo de las garrapatas, parásitos capaces de transmitir graves enfermedades.
Cada año, miles de personas disfrutan de rutas de senderismo, paseos con sus mascotas o actividades en entornos naturales de la región. Estos planes, habituales en cualquier época, conllevan también la posibilidad de entrar en contacto con garrapatas, pequeños parásitos que representan un riesgo para la salud pública si no se toman las precauciones adecuadas.
Los agentes forestales han recordado que, pese a su diminuto tamaño, las garrapatas están consideradas como uno de los animales más peligrosos en la región. En Madrid se han detectado casos de enfermedades transmitidas por estos ácaros, entre ellas la enfermedad de Lyme y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, ambas con importantes consecuencias para la salud si no se tratan a tiempo. Desde 2016, en la Comunidad se han notificado varios casos de Crimea-Congo, alguno de ellos con desenlace mortal, lo que ha reforzado la vigilancia en las zonas rurales.
En su mensaje de alerta, difundido a través del 112, los agentes subrayan que “el animal más peligroso que tenemos en Madrid es también el más pequeño”. También aconsejan “ir por sitios sin vegetación alta en un sendero, una zona sin presencia de ganado o de conejos” y recuerdan la importancia de revisarse al volver a casa: “especialmente a los niños en aquellas zonas como axilas e ingles”.
Las picaduras suelen producirse en entornos de campo, especialmente en zonas con vegetación alta o presencia de animales como ganado, conejos o perros. Por este motivo, los expertos recomiendan transitar siempre por senderos despejados y evitar el contacto directo con matorrales o hierbas altas. Además, aconsejan vestir pantalón largo y ropa de colores claros para facilitar la detección de los parásitos. El uso de repelentes adecuados también es una medida eficaz para reducir el riesgo de picadura.
El riesgo se incrementa en espacios como la Sierra de Guadarrama, los parques periurbanos y las dehesas cercanas a municipios como Alcalá de Henares, donde pasear con perros o practicar senderismo son actividades habituales. Aunque suelen ser más activas entre mayo y octubre, las garrapatas pueden aparecer en cualquier momento en días templados, lo que multiplica las probabilidades de contacto.
En caso de encontrar una garrapata adherida a la piel, los profesionales sanitarios recomiendan retirarla con pinzas curvas, sujetándola lo más cerca posible de la piel y tirando con un movimiento firme y continuo, evitando giros bruscos que puedan dejar la cabeza incrustada. Posteriormente, es importante comprobar que se ha extraído por completo y acudir a un centro de salud ante cualquier síntoma de fiebre, erupciones o malestar general.
Madrid no es la única comunidad que ha lanzado advertencias sobre estos parásitos. Regiones como Castilla-La Mancha o Extremadura han emitido campañas similares en años anteriores, lo que demuestra que se trata de un problema extendido en varias zonas de España y no exclusivo de la región.
La alerta lanzada por los agentes forestales recuerda la necesidad de extremar las precauciones en cualquier salida al campo. Aunque no todas transmiten enfermedades, la prevención y la detección temprana son claves para disfrutar del entorno natural madrileño con seguridad, sin renunciar a la riqueza de sus paisajes.