- La Unidad de Rescate Acuático interviene en una finca de Alcalá tras quedar varios animales aislados por el agua.
- Aunque el caudal del río comienza a descender, las labores de emergencia continúan activas en distintos puntos de la ciudad.
La imagen de una lancha neumática surcando las aguas desbordadas del Henares, con un trasportín a bordo, resume una escena que se ha repetido con demasiada frecuencia en las últimas semanas. Esta vez, los protagonistas han sido gatos, gallinas y un gallo atrapados en una finca ganadera de Alcalá de Henares. El nivel del río había subido lo suficiente como para aislar la zona, dejando a los animales sin posibilidad de escapar por sus propios medios.
La intervención corrió a cargo de la Unidad de Rescate Acuático de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, que se desplazó hasta el lugar y logró liberar a los animales con la ayuda de una embarcación. La escena fue captada en vídeo y difundida por el 112, donde se aprecia la delicadeza y eficacia de los efectivos durante la maniobra.
Este nuevo episodio se produce en un contexto de especial vigilancia sobre el cauce del Henares. Durante el fin de semana, el río ha vuelto a dar sustos. En la tarde del sábado, una boda celebrada en la finca El Soto de Mónico tuvo que ser evacuada por la Policía Local cuando la crecida alcanzó la carretera de acceso. Los agentes actuaron con rapidez para garantizar la seguridad de las personas asistentes, y posteriormente se cortó el paso al recinto.
Horas antes, el aparcamiento de tierra de la calle Río Tajuña, en la conocida isla de los García, fue clausurado por precaución. Aunque el agua no llegó a niveles críticos, el riesgo era evidente. Estas decisiones forman parte del protocolo preventivo que las autoridades han activado para evitar consecuencias mayores.
A pesar de que los registros hidrológicos muestran una leve mejora, la situación no está resuelta. El último dato disponible, correspondiente a las 7:00 horas del domingo, refleja un descenso del caudal hasta los 3,2 metros. Una cifra inferior a los 3,83 metros registrados el sábado, pero que sigue exigiendo prudencia.
Desde el Ayuntamiento y los servicios de emergencia se recuerda la importancia de mantenerse alejado de caminos rurales o accesos susceptibles de inundarse. También se insiste en consultar las vías oficiales para estar al tanto de cualquier novedad.
Este rescate, aunque pueda parecer anecdótico, pone el foco en una realidad más amplia: la vulnerabilidad de ciertas zonas de la ciudad frente a la fuerza del río. Y recuerda, una vez más, el papel clave de los equipos de emergencia que velan por la seguridad de personas y animales en momentos críticos.