- Residentes critican la falta de retirada de vehículos inmovilizados en un barrio con graves problemas de aparcamiento.
- El contrato de grúa caducó en 2023 y los intentos de licitación han fracasado, prolongando el conflicto más de un año.
Los coches inmovilizados con cepos se han convertido en parte del paisaje urbano de Alcalá. Cada vez son más frecuentes en distintas calles de la ciudad, acumulando polvo y suciedad durante meses, y recordando a los vecinos que el servicio de grúa municipal lleva casi dos años sin funcionar con normalidad. En barrios como El Ensanche, donde el aparcamiento es un problema creciente, la presencia de estos vehículos abandonados genera frustración y malestar entre los residentes.
Las quejas se han intensificado en las últimas semanas, especialmente en zonas como La Ciudadela con alta densidad de viviendas y escasez de plazas disponibles. Según relatan los residentes, algunos coches con cepos permanecen estacionados durante meses, sin que la administración local dé una respuesta eficaz. “Es desesperante estar buscando aparcamiento y ver que hay coches con cepos que llevan meses ocupando sitio”, lamenta uno de los vecinos.
Este problema tiene su origen en diciembre de 2023, cuando expiró el contrato municipal para la inmovilización y retirada de vehículos. Desde entonces, Alcalá carece de un servicio de grúa operativo, salvo para casos puntuales de emergencia. Durante este tiempo, el Ayuntamiento ha intentado adjudicar el contrato en al menos dos ocasiones, pero sin éxito. El último intento quedó desierto al no cumplir la única empresa candidata con los requisitos de solvencia exigidos.
La ausencia del servicio no solo afecta a los residentes del Ensanche, sino al conjunto de la ciudad. La Policía Local ha denunciado en varias ocasiones las dificultades añadidas que supone trabajar sin un servicio de grúa normalizado. El sindicato CPPM ha advertido que esta situación ralentiza las intervenciones y afecta tanto a la seguridad vial como a la resolución de conflictos vecinales relacionados con el aparcamiento.
El bloqueo administrativo también ha tenido consecuencias laborales. Una docena de trabajadores que prestaban el servicio hasta 2023 quedaron en situación de desempleo, lo que motivó críticas de la oposición municipal. Desde el Partido Socialista se acusó al actual gobierno local (PP y Vox) de falta de sensibilidad y de incapacidad para gestionar una solución estable.
Por su parte, la concejala de Seguridad Ciudadana, Orlena de Miguel, defendió en su momento que el equipo había heredado irregularidades administrativas y un depósito de vehículos en situación ilegal, lo que dificultaba cualquier adjudicación transitoria.
Entretanto, en el Ensanche, la frustración de los vecinos crece. La presencia constante de coches inmovilizados genera la sensación de abandono y alimenta el malestar ciudadano en un barrio con creciente densidad poblacional. “No pedimos milagros, solo que se retiren los vehículos sancionados y que dejen libres las plazas”, reclama otro residente. “Parece que al Ayuntamiento no le importan los barrios, solamente se preocupa por el centro”, añade.
Cerca de dos años después de la caducidad del contrato, la falta de grúa municipal sigue siendo un obstáculo sin resolver. Mientras el Ayuntamiento busca alternativas y las licitaciones se complican, los vecinos del Ensanche y de otros barrios de Alcalá seguirán conviviendo con coches inmovilizados que ocupan plazas necesarias, una imagen que se ha convertido en símbolo de una carencia que afecta de lleno a la vida cotidiana de la ciudad.