- Vecinos alertan de que el aislamiento marcará la movilidad en El Olivar durante los próximos años.
- El Pleno municipal rechazó con los votos de PP y VOX una moción del PSOE para ampliar líneas.
- Por su parte, desde el Partido Popular defienden que están trabajando con una solución consensuada con el Consorcio Regional.
El barrio de El Olivar vuelve a levantar la voz por sus problemas de transporte público. Vecinos afectados denunciaron la pasada semana que apenas pasaron tres autobuses por la zona entre las cinco y las siete de la tarde del lunes, lo que obligó a muchos a buscar alternativas para llegar a tiempo a sus destinos.
La avería de un vehículo de la línea 9 redujo aún más una oferta ya considerada insuficiente por los usuarios habituales, generando escenas de padres que tuvieron que llevar corriendo a sus hijos a academias y actividades. “Si tuviéramos un autobús cada veinte minutos o más refuerzos, una avería no provocaría este caos”, lamentaban los vecinos.
La situación no es nueva. La ampliación de líneas hasta El Olivar y Las Sedas fue aprobada en el Pleno municipal en el pasado, pero nunca se aplicó. En la práctica, los residentes deben seguir desplazándose a otras paradas alejadas o confiar en un servicio irregular que no cubre las necesidades de un barrio en crecimiento. El malestar aumenta porque el nuevo mapa concesional de la Comunidad de Madrid, aprobado en julio y con vigencia para los próximos diez años, no incluye medidas específicas para estos desarrollos residenciales.
El aislamiento físico de El Olivar refuerza la sensación de abandono. El núcleo urbano más cercano está a más de veinte minutos andando a buen ritmo, atravesando un puente construido hace apenas dos años. Antes de esa infraestructura, los vecinos debían cruzar el arroyo Camarmilla o caminar entre polígonos industriales para conectar con el resto de la ciudad. Una barrera que convierte cualquier incidencia en el transporte en un problema mayor.
En este contexto, el Pleno municipal debatió una moción presentada por el PSOE para corregir la exclusión de El Olivar y Las Sedas en el nuevo mapa concesional. La propuesta planteaba extender la línea circular y la línea 9 hasta Las Sedas, añadir paradas de interurbanos en ambos barrios y convocar la Mesa de Movilidad. También pedía un procedimiento ágil para adaptar concesiones sin esperar una década. Finalmente, la moción fue rechazada con los votos de PP y VOX.
El concejal socialista Enrique Nogués defendió que “no podemos condenar a miles de familias a depender del coche privado”, mientras que desde su grupo lamentaron que “no han votado contra el PSOE, han votado contra Alcalá y contra los intereses de sus vecinos y vecinas”. La negativa dejó sin cambios un mapa que, salvo modificaciones puntuales, mantendrá a estos barrios sin mejoras durante la próxima década.
Nogués subrayó además que “es vergonzoso que intenten tapar este desastre con una propuesta que empeoraría el transporte urbano en nuestra ciudad”, defendiendo que la moción socialista buscaba garantizar una movilidad justa y sostenible para todos los vecinos y vecinas.
Por su parte, la concejala de Transporte y Movilidad Urbana, Cristina Alcañiz (PP), defendió que el gobierno local ya trabaja en una solución consensuada con el Consorcio Regional de Transportes. Según explicó, será una realidad cuando concluyan las obras de conexión peatonal y rodada con Espartales, lo que permitirá que El Olivar y Las Sedas estén integrados en la red a través de las líneas 9 y 3, conectando con residencias, hospital, universidad, comisaría y centro de la ciudad.
Alcañiz advirtió además que la propuesta del PSOE era “inadecuada” porque habría eliminado paradas en residencias de mayores y en el centro de especialidades de Espartales, causando “un grave perjuicio” a vecinos que hoy utilizan esas conexiones. “La propuesta consensuada de este equipo de gobierno con el Consorcio es la adecuada tanto para El Olivar y Las Sedas como para el resto de ciudadanos de Alcalá”, aseguró.
Los residentes advierten, no obstante, que la situación va más allá de una simple incomodidad: afecta a trabajadores que dependen del transporte para llegar puntuales, a estudiantes que no alcanzan sus clases y a familias sin alternativas privadas. Pese a reclamar una solución urgente, el Ayuntamiento insiste en que la respuesta pasa por esperar a que finalicen las obras de conexión y se aplique el plan consensuado con el Consorcio. Mientras tanto, las obras de nuevas viviendas en Las Sedas avanzan y anticipan una presión aún mayor sobre el sistema.
La falta de refuerzos se ha convertido en un símbolo del malestar vecinal. Asociaciones y colectivos insisten en que seguirán alzando la voz para que el Consorcio y el Ayuntamiento cumplan los compromisos adquiridos y pongan fin a una situación que, según ellos, evidencia el abandono de estas zonas emergentes de Alcalá.
