- Las lluvias previstas en Alcalá de Henares hasta el jueves incrementan el riesgo en las carreteras.
- Las autoridades recuerdan la importancia de tomar medidas para evitar accidentes y garantizar la seguridad vial.
Las precipitaciones que afectan a Alcalá de Henares en los últimos días han llevado a Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid a emitir un llamamiento a la responsabilidad y precaución de los conductores. Aunque la intensidad de las lluvias no ha generado alertas meteorológicas para la región, la probabilidad del 100% de precipitaciones hasta el jueves puede ocasionar condiciones peligrosas en las carreteras.
El principal riesgo asociado a estas condiciones meteorológicas es el aquaplaning, un fenómeno que reduce drásticamente el control del vehículo. La falta de adherencia en una calzada mojada, unida a una velocidad inadecuada o un mantenimiento deficiente del vehículo, aumenta las probabilidades de accidente. Desde Emergencias 112, subrayan que el simple hecho de reducir la velocidad y mantener una distancia de seguridad adecuada puede marcar la diferencia.
La Dirección General de Tráfico también recuerda la importancia de revisar el estado de los neumáticos y el correcto funcionamiento del limpiaparabrisas. Estas medidas preventivas, junto con el uso adecuado de luces y sistemas antivaho, son esenciales para garantizar una visibilidad óptima durante el trayecto.
Además, los expertos destacan que los charcos representan un peligro oculto. Pueden disimular baches profundos o provocar una pérdida momentánea de tracción al atravesarlos. Evitarlos siempre que sea posible es una precaución sencilla pero eficaz.
Aunque el impacto de la borrasca Garoé es más notable en otras comunidades como Extremadura y Andalucía, las lluvias en Alcalá de Henares también exigen atención. La combinación de factores como una calzada resbaladiza y la prisa en los desplazamientos puede desencadenar situaciones evitables.
Por ello, las autoridades invitan a los conductores complutenses a reflexionar sobre la importancia de la prudencia. Garantizar la seguridad en las vías no solo es una responsabilidad individual, sino también una forma de cuidar a la comunidad.