- El luchador complutense peleará este sábado 13 de septiembre en el Madrid Arena contra Alex Sánchez.
- Con un récord de 1-1, Meco quiere sumar una victoria que lo impulse en el ránking bantamweight.
El regreso al octágono siempre trae consigo una mezcla de tensión, adrenalina y expectativas. Para Héctor Meco, alcalaíno de 27 años, la cita de este sábado en el Madrid Arena supone un reto doble: medirse a un rival de peso como Alex Sánchez y demostrar que su carrera en las MMA puede seguir creciendo paso a paso.
Meco, que compite en la categoría bantamweight (61,2 kilos), llega con un balance profesional de una victoria y una derrota. En abril firmó un triunfo sólido por decisión unánime ante Joan Fuentes en AFL 38, tras un combate duro que le devolvió confianza. Antes había caído por TKO en el primer asalto, una muestra de lo rápido que pueden cambiar las cosas dentro de la jaula.
Delante tendrá a Sánchez, un rival curtido que destaca por su agresividad y que no suele dar tiempo a respirar. La pelea promete intercambio de golpes desde el inicio, con el riesgo constante de que un descuido decida el resultado en segundos. Este tipo de duelos, de alta intensidad y poco margen de error, son los que separan a los que aspiran de los que se consolidan.
WOW 22 convierte al Madrid Arena en epicentro de las MMA nacionales con una cartelera que combina promesas y veteranos. Para Meco, pelear en casa supone un aliciente extra, aunque dentro de la jaula la presión se traduce en la obligación de responder golpe por golpe.
En la actualidad, Meco ocupa el puesto 183 del ránking de Europa Occidental en la categoría bantamweight. Una victoria le abriría puertas a nuevos combates de mayor entidad, mientras que una derrota supondría frenar el impulso y volver a empezar. Las casas de apuestas lo colocan como favorito, pero nada está escrito hasta que suene la campana.
En las MMA todo puede cambiar en un instante. El combate del sábado será un examen de fuerza, técnica y sangre fría, y de su desenlace dependerá si Héctor Meco consigue dar un paso al frente o si tendrá que rehacerse de nuevo en un deporte que no perdona.