- III Jornada del hospital y XI de AOMA, celebradas en Alcalá de Henares con motivo del 4 de octubre.
- La consulta de ostomías atiende 150 pacientes nuevos al año y suma 1.500 consultas programadas.
La celebración del Día Mundial del Paciente Ostomizado llega este año al Hospital Universitario Príncipe de Asturias con un foco poco habitual: las dudas y necesidades en la edad fértil. En vísperas del 4 de octubre, el centro ha reunido a profesionales y pacientes para abordar, sin rodeos, cómo se planifica un embarazo cuando existe una ostomía y qué apoyos sanitarios hacen falta para transitar ese proceso con seguridad.
El encuentro ha unido la III Jornada de la Persona Ostomizada del propio hospital y la XI Jornada de la Asociación de Ostomizados de Madrid (AOMA), avaladas por el Consejo General de Enfermería y Fenin, con clausura institucional a cargo de la Dirección General de Coordinación Sociosanitaria. Más allá del protocolo, la cita ha servido para ordenar información y expectativas sobre un asunto que preocupa a muchas mujeres en consulta.
En lo estrictamente clínico, los equipos han subrayado que, si la enfermedad de base está controlada, la tasa de éxito del embarazo de una persona portadora de ostomía es similar a la de la población general. El seguimiento, eso sí, debe ser multidisciplinar: estomaterapia, obstetricia y ginecología, cirugía y matronas, con revisiones más estrechas y capacidad de ajustar el dispositivo cuando cambian el diámetro o la forma del estoma durante la gestación. También se han repasado posibles complicaciones —retracción o prolapso, obstrucción intestinal o problemas cutáneos— y la conveniencia de parir en centros con Unidad de Ostomías y experiencia específica.
El hospital ha contextualizado estos debates con su actividad ordinaria: la consulta de ostomías atiende en torno a 150 pacientes nuevos cada año, lo que se traduce en unas 1.500 consultas programadas, además del seguimiento de casos ya activos. Entre los perfiles más frecuentes aparecen personas con enfermedad inflamatoria intestinal, patologías digestivas, urológicas, ginecológicas u oncológicas, o pacientes con traumatismos que han derivado en un estoma.
Junto a los aspectos reproductivos, la jornada ha dedicado una mesa al afrontamiento del proceso oncológico —una de las causas que con mayor frecuencia origina ostomías—, con profesionales de Oncología Médica, Cuidados Paliativos, Cirugía General y Digestiva, y Atención Primaria, además de la participación de la Asociación Española contra el Cáncer. Las asociaciones de pacientes, y en particular AOMA, han reivindicado su papel como red de apoyo, orientación práctica y acompañamiento en el día a día.
La vertiente social se ha reforzado con una exposición itinerante instalada esta semana en la antesala del Salón de Actos del hospital: diez historias de personas ostomizadas que comparten vivencias, miedos y aprendizajes para quienes afrontan una intervención similar. La muestra, muy transitada por pacientes y personal, ha contado con la presencia de responsables de Enfermería y del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo.
En clave de calidad de vida, el Servicio de Rehabilitación, junto con las enfermeras estomaterapeutas, ha puesto en marcha un grupo de ejercicio terapéutico progresivo para fortalecer la faja abdominal, prevenir hernias y facilitar la actividad física segura. Es una línea de trabajo que conecta con una demanda recurrente: más recursos para moverse, socializar y convivir con el estoma sin renunciar a proyectos personales.
El foco en la edad fértil no zanja el debate; lo abre con datos y protocolos concretos. A partir de ahora, el reto está en consolidar circuitos de atención multidisciplinar, extender programas de ejercicio terapéutico y dar continuidad a los espacios de apoyo entre iguales. Que las mujeres con ostomía puedan decidir sobre su maternidad en condiciones de seguridad clínica y acompañamiento seguirá marcando la hoja de ruta en próximas ediciones.