- El operativo municipal se desarrolla en Juan de Austria, Luis de Madrona y Vía Complutense.
- La campaña prevé 1.722 horas de trabajo y un presupuesto de 200.000 euros.
El Ayuntamiento de Alcalá de Henares mantiene en marcha su plan de limpiezas intensivas, una estrategia que busca reforzar el mantenimiento habitual de los barrios. Esta semana, los trabajos se concentran en el Distrito V, un área con alta densidad de población y tránsito que suele registrar quejas vecinales por suciedad acumulada en espacios públicos.
El dispositivo comenzó el miércoles en la zona comprendida entre Juan de Austria, Luis de Madrona, Camino Esgaravita y Vía Complutense. En esta fase se desplegó un equipo de 15 operarios apoyados por tres baldeadoras, cuatro hidrolimpiadoras y otros vehículos de refuerzo. Las tareas incluyen desbroce, limpieza de aceras y calzadas, retirada de residuos incrustados y baldeo con agua a presión y productos desinfectantes.
Las actuaciones continuarán este jueves en la otra mitad del distrito, abarcando calles como la Avenida de Juan de Austria (lado derecho), Lope de Figueroa, Paseo de la Alameda, Corinto, Juan de Guzmán, Santa Mónica, Pablo de Olavide y Felipe II. La división del territorio en zonas permite concentrar esfuerzos y aumentar la eficacia de los trabajos.
Según el calendario previsto, la próxima semana los operarios se trasladarán al barrio de El Val, también dentro del Distrito V. Con ello se busca dar cobertura progresiva a distintas áreas residenciales y comerciales que requieren una limpieza más profunda que la ordinaria.
El plan contempla en total 1.722 horas de trabajo en plazas, parques, zonas peatonales y espacios estanciales, con un presupuesto de 200.000 euros incluidos en el contrato municipal de limpieza viaria. Estas cifras evidencian el alcance de una campaña que, aunque complementaria a las labores diarias, intenta dar respuesta a la demanda vecinal de un mayor cuidado en calles y entornos urbanos.
La experiencia de anteriores campañas muestra que este tipo de operativos permite una mejora visible en poco tiempo, aunque su impacto a largo plazo depende de la continuidad de las intervenciones. El reto será comprobar si estos planes intensivos logran consolidar un modelo de mantenimiento estable o si se convierten en medidas puntuales frente a la presión ciudadana.