- El pleno extraordinario convocado por PSOE y Más Madrid estuvo marcado por la tensión y las acusaciones contra la alcaldesa.
- Los socialistas denuncian la presencia de seis personas disfrazadas que, según afirman, insultaron a funcionarios durante toda la sesión.
El último pleno extraordinario celebrado en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares no pasó desapercibido. Convocado por el PSOE y Más Madrid Alcalá, el objetivo era abordar los hechos ocurridos el pasado 13 de marzo, cuando la alcaldesa Judith Piquet protagonizó un enfrentamiento verbal con representantes sindicales concentrados frente al Ayuntamiento, a los que llegó a calificar de «turba». Aquel episodio provocó una fuerte repercusión mediática a nivel nacional, y ha vuelto al foco político local tras la sesión plenaria de este lunes.
Durante el pleno, el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Javier Rodríguez Palacios, expresó su «solidaridad y defensa de la plantilla municipal» y denunció la «vergonzosa actitud de Judith Piquet que ha permitido que seis ultras disfrazados estuvieran presentes todo el Pleno insultando a los trabajadores municipales».
Según indicó, se trata de un hecho sin precedentes en las últimas décadas dentro del Ayuntamiento. A su juicio, la negativa de la alcaldesa a condenar los hechos y la actitud de integrantes del equipo de Gobierno «jaleando a ultras» representan «un preocupante precedente en nuestro Ayuntamiento».
El portavoz socialista criticó que Piquet haya dejado pasar «una gran oportunidad para retractarse y pedir disculpas ante su escalada de soberbia». También reprochó al Ejecutivo local su actitud hacia los funcionarios, a los que, según Rodríguez Palacios, se les ha acusado en reiteradas ocasiones de «vagos» y de «no dar palo al agua». Calificó la imagen de la alcaldesa como «faltona» y con un tono «barriobajero» que, según afirmó, ha llegado incluso a medios de comunicación nacionales.
En su intervención, Rodríguez Palacios lamentó que las políticas del Gobierno municipal estén enfocadas, a su juicio, a «socavar los servicios públicos». También aludió a medidas como el «tarifazo en la zona azul» o el «basurazo que pagarán todos los vecinos». «Están centrados en el insulto, permitiendo que radicales insulten a los trabajadores. Es una vergüenza que delata su inseguridad y su miedo ante la cuenta atrás que ha empezado para poner fin en 2027 al peor gobierno municipal de la democracia en nuestra ciudad», concluyó.