- El PSOE critica que la alcaldesa Judith Piquet haya decidido mover el mercadillo sin consultar con vecinos ni comerciantes.
- Los socialistas advierten de la pérdida de 150 plazas de aparcamiento y de un impacto negativo en el barrio y el entorno del Camarmilla.
El futuro del tradicional mercadillo de los martes en Alcalá de Henares ha abierto una nueva polémica política. El PSOE ha denunciado que la alcaldesa Judith Piquet, junto a su Gobierno de PP y VOX, ha decidido trasladar su ubicación sin consultar a los vecinos ni a los comerciantes afectados. Una medida que, según los socialistas, responde a una gestión “improvisada y autoritaria”.
El mercadillo, con décadas de historia y convertido en un punto de encuentro semanal para cientos de alcalaínos, se celebra actualmente en una zona que los vecinos consideran estratégica por su accesibilidad y cercanía a los principales ejes del barrio. El traslado, que llevaría la actividad junto al arroyo Camarmilla, ha generado inquietud entre residentes y comerciantes, preocupados por la pérdida de plazas de aparcamiento y el impacto que podría tener en la actividad comercial de la zona.
El PSOE asegura que la decisión supondría la eliminación de unas 150 plazas de estacionamiento cada martes, lo que obligaría a los vecinos a desplazarse a zonas ya saturadas. En palabras de la formación, “es una medida impuesta que perjudica al barrio, a los vecinos y al entorno del Camarmilla”.
Además, los socialistas recuerdan que ya habían propuesto en la Junta Municipal de Distrito III destinar ese espacio a un gran parque infantil con zonas de sombra, juegos inclusivos y áreas de descanso, siguiendo el modelo de la plaza de San Lucas. “Ese es el modelo que defendemos: espacios verdes, accesibles y participativos, no decisiones improvisadas que crean problemas donde no los había”, señalan.
La oposición exige que el Gobierno local paralice cualquier plan de traslado hasta que exista consenso vecinal y se evalúe el impacto real de la medida. El debate, más allá de la ubicación del mercadillo, vuelve a poner sobre la mesa la falta de diálogo entre los grupos políticos y la gestión de los espacios públicos en los barrios de Alcalá.