- Jornada inaugural de la División de Honor B (grupo 3) 25-26, disputada en Las Terrazas (La Moraleja).
- Partido vibrante: 0-3 al descanso; giro en la segunda mitad y victoria rojilla con ensayo y transformación finales (20-22).
El Rugby Alcalá volvió a la categoría de plata con un derbi madrileño de alto voltaje en Las Terrazas, uno de los campos con más ambiente del rugby nacional. El nuevo formato de la División de Honor B —conviviente con la élite— ha reorganizado los grupos por área geográfica, y a los alcalaínos les ha tocado el 3, que aglutina buena parte del sur peninsular. El estreno no pudo ser más exigente: visita al filial de Silicius Alcobendas, vecino y rival con una cantera de nivel.
La primera parte fue una batalla posicional, con defensas sólidas y pocos puntos. Alcalá supo aprovechar su oportunidad con un golpe de castigo transformado por su nuevo capitán, Mateo, para cerrar el descanso con un corto 0-3. El marcador, escueto para lo visto, dejó incluso la sensación de que los rojillos pudieron marcharse con mayor renta tras dominar la melé a cinco metros y por dos golpes a palos que Alcobendas eligió no patear.
El encuentro se desató tras la reanudación. Un saque de lateral bien ejecutado y un maul poderoso dieron el primer ensayo visitante, obra del debutante Luca, que Mateo convirtió para el 0-10. El guion parecía encarrilado, pero el filial morado reaccionó con contundencia: ensayos de Contreras —en carrera larga ante una defensa superada— y de Muñoz, culminando una gran secuencia de delantera. De la Vega añadió un tercero tras romper desde el centro del campo y, con una transformación, volteó el choque hasta el 17-10.
Con veinte minutos por delante, Alcalá tuvo que remar de nuevo. La delantera ganó metros, el balón voló a la línea y Mario Melli posó en la esquina para el 17-15. La respuesta local llegó rápido con un golpe de castigo convertido por De la Vega (20-15), que obligaba a los rojillos a buscar el ensayo a la desesperada.
La acción decisiva llegó a seis del final. Tras el saque de centro, Jonathan taponó una patada y el también debutante Torres cazó el oval para posar bajo palos. Fran acertó con la transformación y puso el 20-22. Los últimos minutos fueron de contención visitante y de empuje local sin premio, hasta el pitido que certificó el triunfo complutense.
Más allá del resultado, la jornada deja una Liga apretada desde el inicio: nadie logró el bonus ofensivo —ganar por al menos tres ensayos más que el rival— y casi todos los perdedores, salvo Málaga, rascaron el defensivo —caer por menos de siete puntos—. Señal de que el grupo 3 apunta a igualdad y partidos resueltos en detalles.
El siguiente compromiso del Rugby Alcalá será en casa, en el Municipal Luisón Abad: el sábado 18 de octubre, a las 16:00 horas, recibirá a Jaén, que llega tras caer en su debut frente a Soto del Real. Un buen termómetro para medir la solidez rojilla ante su público en las primeras fechas del curso.