- Las obras, que darán inicio en octubre, se prolongarán 15 meses e incluirán actuaciones en Vía Complutense, Parque O’Donnell y calles Daoíz y Velarde y Torrelaguna.
- El proyecto busca poner fin a las inundaciones recurrentes en la ciudad y modernizar colectores y tuberías ya deterioradas.
Las inundaciones en puntos críticos de Alcalá, como el puente de Torrelaguna, han sido un quebradero de cabeza para vecinos y conductores durante años. Tras décadas de parches, la ciudad se prepara para una renovación de calado en su red de saneamiento. Con un presupuesto de 3,1 millones de euros financiados a través del Programa de Inversión Regional de la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento ha aprobado el proyecto que arrancará en la segunda quincena de octubre.
La actuación se centrará en aquellos tramos de la red considerados estructuralmente agotados o incapaces de absorber el volumen de agua que recibe en episodios de lluvias intensas. Los puntos señalados son la Vía Complutense, entre la calle Andrés Saborit y el Parque O’Donnell, el propio parque, la calle Daoíz y Velarde y la calle Torrelaguna hasta su intersección con Marqués de Santillana.
En total, los trabajos tendrán una duración aproximada de 15 meses, con un calendario que se ejecutará por fases para minimizar el impacto en la movilidad. Los primeros seis meses se concentrarán en la zona de la Muralla, en Vía Complutense, para después trasladarse durante dos meses al Parque O’Donnell. A continuación, se acometerán cinco meses de obras en la calle Daoíz y Velarde y, finalmente, se intervendrá en la calle Torrelaguna hasta completar la obra a comienzos de 2027.
Entre las medidas más relevantes se encuentran la sustitución de tuberías al límite de su vida útil, la corrección de deficiencias estructurales y el aumento de diámetros en los colectores. Esta ampliación permitirá mejorar la evacuación de pluviales y evitar colapsos del sistema en momentos de fuertes precipitaciones. El tramo de la Vía Complutense a la altura de la Muralla, uno de los más castigados, recibirá una intervención específica para solventar problemas detectados desde hace años.
Este tipo de obras suelen pasar desapercibidas al no tener un impacto estético inmediato, pero su importancia para la vida cotidiana es innegable. En el caso del puente de Torrelaguna, las inundaciones recurrentes han afectado a la circulación y al tránsito peatonal, generando quejas vecinales periódicas. Con la modernización de la red, se espera que estas incidencias se reduzcan de manera significativa.
Si se cumplen los plazos previstos, a comienzos de 2027 Alcalá contará con una red de saneamiento reforzada y adaptada a las necesidades actuales, con capacidad para responder a episodios de lluvias intensas y reducir riesgos de inundaciones. Una obra poco vistosa en el día a día, pero clave para garantizar un entorno urbano más seguro y resiliente en los próximos años.