- La gestión pública de la San Silvestre divide opiniones y genera críticas enfrentadas entre los grupos políticos.
- La caída del 50% en la participación abre un debate sobre el futuro del evento.
La reciente edición de la San Silvestre Complutense ha suscitado un intenso debate entre los principales grupos políticos del Ayuntamiento de Alcalá de Henares. El evento, organizado directamente por el consistorio tras años de gestión por parte de clubes deportivos locales, ha dejado opiniones divididas en cuanto a su organización, participación y modelo de gestión. Mientras el Partido Popular defiende la celebración como un éxito que pone en valor la gestión pública, el PSOE la califica de fracaso organizativo y participativo.
La San Silvestre Complutense ha supuesto un punto de inflexión en la organización del evento, que por primera vez ha sido gestionado directamente por el Ayuntamiento. Este cambio ha venido acompañado de modificaciones significativas en el recorrido, el precio de inscripción y otros aspectos logísticos que han generado opiniones polarizadas entre los participantes y la ciudadanía. La participación ha caído cerca de un 50%, con aproximadamente 1.300 inscritos frente a los más de 2.300 del año pasado.
Los socialistas han centrado su crítica en lo que consideran un “fracaso organizativo”. Según su comunicado, el cambio de ubicación de la salida y meta, que tradicionalmente se situaban en el Casco Histórico, ha mermado el atractivo del evento. Además, han señalado deficiencias en la señalización, el avituallamiento y la seguridad, calificándolas como “propias de la falta de experiencia del Ayuntamiento en la organización de pruebas deportivas de esta magnitud”.
Por su parte, Dolores López, concejala de Deportes y representante del PP, ha defendido el modelo público de gestión como un ejemplo de transparencia y beneficio para la ciudad. Según López, la organización directa garantiza que los ingresos se destinen íntegramente a las arcas municipales, eliminando los beneficios que anteriormente obtenían clubes privados.
El PSOE ha denunciado también un aumento significativo en los costes de la prueba, que según sus estimaciones ascienden a más de 67.000 euros, el doble de lo que costó organizarla en 2023. Han destacado que el precio de inscripción, fijado en 25 euros, ha sido uno de los más altos de la Comunidad de Madrid, superando incluso a carreras de renombre como la San Silvestre Vallecana. En este contexto, los socialistas han reiterado su apoyo a los clubes deportivos locales y han instado al equipo de gobierno a devolverles la organización de la prueba en futuras ediciones.
En respuesta, López ha acusado al PSOE de lanzar críticas infundadas para “encubrir su conchabeo con algunos clubes privados”. Según la concejala, hasta el año pasado los ingresos de la prueba, superiores a 50.000 euros, acababan en manos de estas entidades, mientras el Ayuntamiento asumía los gastos. Además, ha defendido la gestión actual como un modelo “transparente y enfocado en beneficiar a la ciudadanía”.
El debate político refleja también las opiniones divididas entre los participantes y vecinos de Alcalá. Mientras algunos han valorado positivamente el ambiente familiar y la animación durante la carrera, otros han criticado aspectos como la organización del ropero, la ausencia de medallas para los corredores y la falta de control en los cruces, que calificaron de “peligrosos”.
El PSOE ha subrayado estas críticas como prueba de un “fracaso organizativo” y ha anunciado que fiscalizará “hasta el último céntimo de euro público gastado en la prueba”. Por otro lado, el PP insiste en que los desafíos de esta edición se resolverán en futuras convocatorias y que la gestión pública garantiza un evento más justo y equitativo.
De cara al próximo año, el Ayuntamiento tendrá que enfrentarse al reto de recuperar la confianza de los vecinos y mejorar los aspectos logísticos que han sido objeto de crítica. Tanto el PSOE como el PP coinciden en la importancia de la San Silvestre como un evento emblema de la ciudad, aunque difieren en el modelo de gestión adecuado para garantizar su éxito.
La San Silvestre Complutense cierra esta edición con un balance agridulce, marcada por el debate político y las expectativas de mejora para 2025. Lo que parece claro es que su futuro seguirá siendo objeto de discusión entre los representantes públicos y los vecinos y vecinas de Alcalá de Henares.