- La alcaldesa de Alcalá de Henares exige a los sindicatos que rectifiquen supuestas «informaciones falsas» antes de sentarse a negociar.
- Los sindicatos denuncian la falta de personal en el Ayuntamiento y aseguran que hay más de 170 plazas vacantes sin cubrir.
Empleados y empleadas municipales se concentraron ayer ante el Ayuntamiento para manifestarse en defensa de sus reivindicaciones laborales. La protesta, convocada por los sindicatos, derivó en un tenso intercambio de opiniones cuando la alcaldesa de Alcalá, Judith Piquet, y la concejal de Recursos Humanos, Orlena de Miguel, decidieron intervenir y dirigirse directamente a los manifestantes.
Durante el encuentro, Piquet expresó su disposición a reunirse con los representantes sindicales, pero estableció dos condiciones para el diálogo. «Yo me reúno con vosotros mañana mismo, pero siempre hay condiciones para todo», afirmó, solicitando que los sindicatos presentaran un informe detallado sobre las vacantes sin cubrir y la composición ideal de la plantilla municipal. Además, exigió que los sindicatos rectificaran lo que consideró «informaciones falsas» sobre supuestas subidas de sueldo de la corporación en el primer pleno de la legislatura.
Estas afirmaciones fueron recibidas con críticas por parte de los manifestantes, quienes interrumpieron a la alcaldesa para negar sus acusaciones. «Permitidme que lo ponga en duda», respondió Piquet ante las protestas de los asistentes, manteniendo su postura.
En un ambiente cada vez más caldeado, Orlena de Miguel también intervino, respaldando las palabras de la alcaldesa y señalando que las negociaciones deben darse en un marco de seriedad y transparencia. «Teníamos agendada una mesa para hablar del convenio y montasteis que si las firmas, que si no sé qué, cuando sólo teníais que venir a hablar», declaró. Piquet, por su parte, insistió en que la situación debe abordarse con datos concretos y que cualquier diálogo debe basarse en hechos verificables.
Los sindicatos, sin embargo, recalcaron que su intención es abordar la falta de personal municipal y que sus reivindicaciones han sido reiteradas durante los últimos meses sin obtener una respuesta clara. Un representante de UGT manifestó: «Nosotros lo que estamos reivindicando es la falta de personal y queremos una reunión contigo para abordar ese problema». Según los sindicatos, hay más de 170 plazas vacantes en la plantilla municipal, lo que está afectando la calidad de los servicios que se prestan a la ciudadanía.
El diálogo se volvió más tenso cuando algunos manifestantes cuestionaron la actitud de la alcaldesa y la falta de respuestas previas. En un momento del intercambio, uno de los asistentes preguntó si la reunión dependía de si eran «buenos o no», a lo que Piquet y De Miguel respondieron al unísono: «Que no mintáis».
Otro momento de tensión se produjo cuando la alcaldesa rechazó la posibilidad de realizar futuras reuniones en la plaza, señalando que «las reuniones se tienen en los despachos, pero seriamente si queremos llegar a algo». Esta afirmación fue respondida con escepticismo por los manifestantes, algunos de los cuales gritaron: «No te lo crees ni tú».
A lo largo del intercambio, la alcaldesa puso en duda la intensidad de las protestas en legislaturas anteriores y sugirió que algunas movilizaciones «parecen estar motivadas por factores ajenos a la gestión municipal actual». Este comentario generó una reacción inmediata entre los manifestantes, quienes insistieron en que sus reivindicaciones responden exclusivamente a la situación laboral dentro del consistorio.
El intercambio, que se prolongó durante varios minutos, reflejó la distancia entre ambas partes. Mientras que Piquet y De Miguel insistieron en que el diálogo debía darse bajo sus condiciones, los sindicatos recalcaron su necesidad de abordar de manera urgente la falta de personal municipal. Los trabajadores reiteraron que necesitan una reunión sin condiciones impuestas para discutir soluciones reales dentro del presupuesto disponible.
Finalmente, la alcaldesa se despidió de los manifestantes argumentando que debía continuar con una reunión sobre el plan de inundaciones de la Comunidad de Madrid, no sin antes reiterar su exigencia de que los sindicatos «digan la verdad» antes de sentarse a negociar.
La protesta dejó patente el clima de tensión entre el gobierno municipal y los empleados del Ayuntamiento. Aunque se abrió la posibilidad de futuras reuniones, el enfrentamiento entre ambas partes aún no tiene visos de resolverse en el corto plazo. Desde el gobierno municipal se insiste en la importancia de un diálogo basado en hechos contrastables, mientras que los sindicatos consideran que la prioridad debe ser abordar la falta de recursos humanos en el Ayuntamiento y mejorar las condiciones laborales de la plantilla.