- Un estudio de la UAH y la UPV/EHU revela que el cambio climático está provocando una mayor sincronización en el crecimiento de los árboles, haciéndolos más vulnerables.
- La investigación subraya la importancia de mantener bosques con estructuras diversas para mejorar su resiliencia ante las alteraciones climáticas.
Un estudio reciente, liderado por la Universidad de Alcalá (UAH) en colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), ha revelado que el cambio climático está afectando el crecimiento de los árboles, reduciendo la variabilidad en su desarrollo y aumentando su vulnerabilidad. Los resultados han sido publicados en la revista Forest Ecology and Management.
La investigación se ha centrado en el análisis del crecimiento de los hayedos en el límite sur de su distribución, empleando técnicas dendrocronológicas que permiten estudiar los anillos de crecimiento de los árboles. Desde la década de 1970, la sincronización en el crecimiento ha aumentado de forma significativa, un fenómeno vinculado al incremento de eventos climáticos extremos.
«Los impactos directos del ser humano sobre los bosques, a través de los cambios en el uso del suelo, y los efectos indirectos, derivados del cambio climático, han generado una mayor sincronización en el crecimiento de los árboles. Esto hace que los bosques con individuos jóvenes sean más vulnerables a las alteraciones ambientales», explica Julen Astigarraga, autor principal del estudio e investigador del Grupo de Ecología y Restauración Forestal (FORECO) de la UAH.
Uno de los principales hallazgos del estudio es la relación entre la diversidad estructural de los bosques y su capacidad de resistencia ante el cambio climático. «Los bosques maduros, que presentan estructuras más diversas, muestran una mayor resiliencia frente a estos cambios», señala Paloma Ruiz-Benito, también investigadora de la UAH. Sin embargo, la extensión de estos bosques es limitada en Europa, lo que los convierte en ecosistemas valiosos para mitigar los impactos del cambio climático.
El estudio también ha puesto de manifiesto que los bosques de hayas trasmochos, característicos del País Vasco y formados por árboles con brotes abundantes en el tronco principal, presentan una notable capacidad de adaptación frente a las condiciones climáticas adversas.
El equipo de investigación está formado por especialistas de diversas instituciones, incluyendo a Asier Herrero, de la UPV/EHU; Joaquín Calatayud, de la Universidad Rey Juan Carlos; Jaime Madrigal-González, del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (iuFOR) de la Universidad de Valladolid; y Enrique Andivia, de la Universidad Complutense de Madrid.
Este trabajo ha sido posible gracias a la colaboración con guardas forestales y habitantes de Oñati (Gipuzkoa), quienes han participado en la recolección de datos. «La implicación de la comunidad local ha sido crucial para llevar a cabo la investigación. Esperamos que estos resultados ayuden a desarrollar estrategias de adaptación para los hayedos en Europa», concluye Astigarraga.
La investigación subraya la importancia de mantener bosques diversos y estructuralmente heterogéneos para reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas forestales frente a un clima en constante cambio.