- Carlos Pérez, estudiante de Biología en la UAH, destaca con una fotografía de golondrinas comunes en plena migración.
- El premio FotoAves 2024 reconoce su pasión y dedicación a la fotografía de la naturaleza.
La Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) ha otorgado el premio FotoAves 2024 a Carlos Pérez, estudiante de primer curso del Grado de Biología en la Universidad de Alcalá. El joven, con sólo 19 años, se alza con este prestigioso galardón gracias a una fotografía que captura con precisión y creatividad el comportamiento de un grupo de golondrinas comunes durante su paso postnupcial.
Carlos Pérez no es nuevo en el mundo de la fotografía. Su pasión por esta disciplina comenzó a una edad temprana, cuando a los cuatro años recibió su primera cámara compacta. Esta afición inicial pronto se convirtió en una dedicación seria que lo llevó, a los ocho años, a ser el ganador más joven del prestigioso Wildlife Photographer of the Year, convocado por el Museo de Historia Natural de Londres.
«Mis padres siempre fomentaron mi curiosidad por la naturaleza llevándome al campo desde pequeño. Esa conexión con el entorno natural y mi interés por observar la vida silvestre son las bases de mi pasión por la fotografía», explica Carlos. Actualmente, compagina su afición con sus estudios universitarios, que considera fundamentales para comprender el comportamiento animal, sus hábitats y los mejores momentos para captar imágenes impactantes.
La fotografía premiada muestra un bando de golondrinas comunes (Hirundo rustica) reunido en las repisas de las ventanas de un palacio que funciona como dormidero temporal durante la migración postnupcial. Carlos utilizó un objetivo angular para capturar la composición, esperando pacientemente el momento adecuado para incluir a una golondrina en pleno vuelo. «Es una imagen que no solo ilustra el comportamiento de estas aves, sino también la belleza de su movimiento y organización en grupo», detalla.
El joven reconoce que el galardón es una motivación para seguir explorando su afición. «Recibir este reconocimiento es una alegría inmensa. Es gratificante ver que el esfuerzo y las horas dedicadas tanto a perfeccionar la técnica fotográfica como al estudio del comportamiento animal tienen su recompensa», comenta.
Carlos, quien sueña con convertirse en un fotógrafo profesional, admite que no es un camino sencillo, pero se muestra decidido a seguir trabajando para alcanzar su meta. «Aunque el mundo de la fotografía es competitivo, este premio me anima a seguir disfrutando y aprendiendo de esta pasión», concluye.
La foto premiada
