- Los paros en Renfe y Adif comenzarán el 17 de marzo y se extenderán hasta el 3 de abril, afectando a miles de viajeros.
- Los días de Semana Santa podrían verse marcados por cancelaciones y retrasos en los trenes.
Los desplazamientos en tren podrían verse seriamente afectados en las próximas semanas. Los sindicatos de Renfe y Adif han convocado siete jornadas de huelga en protesta por el traspaso del servicio de Rodalies a la Generalitat de Cataluña y la privatización de Renfe Mercancías. Los paros están previstos para los días 17, 19, 24, 26 y 28 de marzo, así como el 1 y 3 de abril, con diferentes franjas horarias y afectaciones.
Las huelgas de 24 horas tendrán lugar el 17 y 26 de marzo, además del 1 de abril, días en los que el servicio ferroviario quedará completamente interrumpido. En cambio, los días 19, 24 y 28 de marzo, así como el 3 de abril, los paros serán parciales. El 19 de marzo, la actividad ferroviaria se detendrá en tres turnos: de 06:00 a 09:00, de 14:00 a 17:00 y de 21:00 a 23:00. Para los días 24 de marzo y 3 de abril, los paros se extenderán de 06:30 a 09:30, de 14:30 a 17:30 y de 20:30 a 22:30. El 28 de marzo, las interrupciones se producirán entre las 06:00 y las 09:00, de 13:30 a 16:30 y de 20:30 a 23:30.
Los sindicatos alertan de que estas movilizaciones podrían generar un caos en los desplazamientos de miles de viajeros, especialmente en fechas clave de la Semana Santa, cuando el volumen de pasajeros se dispara.
Retrasos y cancelaciones: cómo afectará la huelga a Alcalá
La huelga afectará de lleno a los usuarios habituales de los trenes de Cercanías, un medio de transporte esencial para muchos vecinos y vecinas de Alcalá. La línea C-2, que conecta la ciudad con Madrid, y la C-7, que facilita la movilidad hacia otras zonas de la Comunidad, podrían verse afectadas por cancelaciones y retrasos, dificultando los desplazamientos diarios de trabajadores, estudiantes y turistas.
El momento elegido para las protestas incrementa la preocupación entre los viajeros. Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, la interrupción del servicio ferroviario podría suponer un problema para quienes tenían previsto viajar en estas fechas. Muchos alcalainos optan por el tren para desplazarse tanto dentro de la región como a otras comunidades, y la huelga podría obligarlos a buscar alternativas de transporte más costosas o con menor disponibilidad.
Además, el impacto no se limitará solo a los días de huelga. La acumulación de viajeros en los servicios mínimos y la posibilidad de que se produzcan incidencias derivadas de la falta de personal operativo podrían provocar retrasos generalizados en las jornadas previas y posteriores a los paros.
El origen del conflicto: ¿por qué los sindicatos paran los trenes?
Semaf, CCOO, UGT, CGT y SF, los sindicatos convocantes, aseguran que el Gobierno ha incumplido los acuerdos alcanzados a finales de 2023 sobre el traspaso de Rodalies. Según su versión, se les garantizó que Renfe y Adif seguirían prestando el servicio en Cataluña, asegurando la estabilidad laboral de los trabajadores.
El traspaso de Rodalies formó parte del acuerdo entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez. No obstante, los sindicatos temen que la Generalitat pueda asumir la gestión del servicio y, en consecuencia, los empleados pierdan derechos laborales adquiridos en las empresas estatales.
En noviembre de 2023, ya se anunciaron paros por esta situación, aunque finalmente se suspendieron tras un acuerdo que garantizaba la continuidad de las plantillas y la operación de Renfe y Adif. Los sindicatos denuncian que este compromiso no se ha cumplido, lo que ha reavivado las protestas.
Renfe Mercancías en peligro: denuncian una privatización encubierta
Otro punto de fricción es la situación de Renfe Mercancías, cuyo futuro preocupa al sector. Los sindicatos denuncian que la privatización de esta división se está llevando a cabo de forma «encubierta» mediante la creación de una nueva sociedad controlada por la empresa logística MSC.
Aseguran que se está favoreciendo el deterioro de la empresa pública con decisiones como la no concurrencia a nuevas contrataciones, la falta de captación de clientes y el bloqueo operativo de los trenes, con el objetivo de justificar la privatización.
A la espera de que el Ministerio de Transportes establezca los servicios mínimos, la incertidumbre entre los viajeros crece. Las huelgas podrían afectar a miles de usuarios en pleno inicio de la Semana Santa, una de las épocas con mayor demanda del transporte ferroviario.
Los sindicatos han expresado su voluntad de negociar, pero advierten que, de no haber avances, los paros seguirán adelante, con las consiguientes molestias para los viajeros.