- La aplicación de tecnologías innovadoras en la red viaria promete transformar la movilidad y reducir la siniestralidad.
- Una inversión inicial de 11,4 millones de euros busca prevenir accidentes y optimizar el tráfico en la Comunidad de Madrid.
El tráfico y los accidentes de carretera podrían experimentar un cambio significativo en los próximos años gracias a la inteligencia artificial. La Comunidad de Madrid ha dado a conocer una iniciativa pionera que busca mejorar la seguridad vial mediante el uso de tecnologías avanzadas y una inversión sustancial en infraestructura y prevención.
La estrategia, que forma parte de un plan de seguridad viaria para el periodo 2024-2030, se apoya en datos proporcionados por vehículos conectados. Estos datos permiten analizar patrones de conducción y condiciones de la carretera en tiempo real, facilitando la adopción de medidas preventivas destinadas a evitar colisiones y atascos. Un ejemplo de ello es el uso de sistemas inteligentes para detectar y prevenir atropellos de animales en las vías.
Además, la iniciativa contempla la creación de una guía de recomendaciones enfocada en reforzar la seguridad de los cruces peatonales, una de las zonas más sensibles en el entorno urbano. Esta guía ofrecerá criterios específicos para el diseño y mejora de estos puntos clave, con medidas como la instalación de señales luminosas, pasos elevados y sistemas de iluminación eficiente que aumenten la visibilidad tanto para conductores como para peatones. Asimismo, se promoverán campañas de concienciación dirigidas a fomentar el respeto mutuo entre usuarios de la vía, priorizando la protección de los más vulnerables, como niños y personas mayores.
El impacto de estas medidas no solo se limitará a la prevención de accidentes. La estrategia también incluye mejoras significativas en la atención a las víctimas de accidentes graves. En este sentido, se prevé la ampliación de la capacidad asistencial de hospitales especializados, con el objetivo de proporcionar una rehabilitación más efectiva a pacientes con lesiones neurológicas.
La meta de la Comunidad de Madrid es ambiciosa: reducir en un 50% el número de víctimas mortales y heridos graves en accidentes de tráfico para el año 2030, en comparación con las cifras de 2019. Este objetivo se alinea con los estándares europeos de seguridad vial y busca posicionar a la región como un referente en el uso de tecnologías aplicadas al tráfico.
Por el momento, los primeros pasos de esta estrategia cuentan con una dotación presupuestaria de 11,4 millones de euros, que serán destinados a 51 de las 105 medidas contempladas en el plan global. Estas actuaciones iniciales, centradas en soluciones tecnológicas y mejoras en infraestructuras, pretenden marcar una diferencia inmediata en las condiciones de seguridad de las carreteras madrileñas.