- Investigadores de la Universidad de Alcalá trabajarán en el desarrollo de un sistema de sellado para el reactor de fusión nuclear ITER, el mayor experimento de energía limpia del mundo.
- El proyecto busca demostrar que la fusión nuclear puede ser una fuente viable de energía sostenible y segura, sin los residuos radiactivos de la fisión convencional.
¿Podría la energía del futuro estar más cerca de lo que creemos? Investigadores de la Universidad de Alcalá (UAH) han sido seleccionados para participar en el mayor experimento de fusión nuclear del mundo. Su labor será crucial para la seguridad del reactor ITER, una instalación de vanguardia que busca demostrar que la fusión nuclear puede ser la fuente de energía limpia y segura del futuro.
En Cadarache, Francia, un equipo internacional de científicos trabaja en el ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), una de las iniciativas tecnológicas más ambiciosas de la historia. Con más de 20 metros de diámetro y 23.000 toneladas de peso, este colosal reactor pretende generar diez veces más energía de la que consume para calentar el plasma, imitando el proceso que ocurre en el Sol.
A diferencia de la fisión nuclear utilizada en las centrales actuales, la fusión nuclear no genera residuos altamente radiactivos ni presenta riesgos de contaminación a gran escala. Ignacio Valiente, investigador principal del grupo de Tecnologías Mecánicas, Eléctricas y Térmicas (TMET) de la UAH, explica que «estamos ante una fuente de energía más segura y limpia».
El equipo de la UAH ha sido seleccionado tras un concurso público para desarrollar un sistema de sellado que garantizará la seguridad del reactor. Durante los próximos 16 meses, los investigadores diseñarán, construirán y validarán un mecanismo de aislamiento para los accesos al corazón del ITER.
«Estamos desarrollando un sistema de juntas inflables que permitirán un sellado hermético durante los procesos de mantenimiento», explica Valiente. «Es un reto técnico importante, ya que debe soportar condiciones extremas de temperatura y presión». El equipo de la UAH ya ha trabajado en soluciones similares para la industria farmacéutica y aeroespacial, donde el aislamiento hermético es fundamental.
Actualmente, el sistema de sellado está en fase de diseño, pero una vez validado en pruebas de laboratorio, se procederá a su fabricación a gran escala para su instalación en el ITER. «Los puntos de acceso del reactor tienen el tamaño de un autobús», añade el investigador, por lo que representa un desafío adicional en el diseño de estos sellados.
La incorporación de la Universidad de Alcalá en el proyecto ITER no solo supone un reconocimiento a su capacidad científica, sino que también refuerza su compromiso con la innovación y la sostenibilidad. Además, abre nuevas oportunidades de colaboración con instituciones internacionales de referencia en el sector energético.
El ITER avanza en su construcción y se espera que los primeros ensayos de fusión comiencen en los próximos años. Si el proyecto logra sus objetivos, podría marcar un antes y un después en la transición hacia una energía limpia y sostenible.
«ITER es una iniciativa fascinante con enormes expectativas a nivel global», concluye Valiente. «Si conseguimos demostrar la viabilidad de la fusión nuclear, estaremos ante un cambio histórico en la manera en que la humanidad genera y consume energía».