- El paso apenas recorrió media hora de trayecto antes de regresar al convento por la amenaza de lluvia.
- La devoción se trasladó al interior del templo, donde se celebró un acto emotivo ante numerosos fieles.
La lluvia sorprendió a fieles, cofrades y autoridades este Viernes de Dolores, cuando el Vía Crucis de Jesús Cautivo se vio obligado a regresar al Convento de Santa Úrsula apenas media hora después de su inicio. Lo que debía ser el arranque simbólico de la Semana Santa en Alcalá de Henares, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, terminó por desarrollarse entre muros, aunque no por ello perdió solemnidad.
La procesión, organizada por la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía, María Santísima de los Dolores y San Juan, había partido puntual a las siete de la tarde. Con la imagen del Cautivo vestida con su característica túnica blanca, el paso logró avanzar por las primeras calles con el acompañamiento de la batería de percusión de la Agrupación Musical de La Soledad de Madrid. El ambiente, pese al cielo encapotado, era de recogimiento y emoción contenida.
La amenaza de lluvia, sin embargo, fue ganando terreno. Con la prudencia como guía, la hermandad tomó la decisión de regresar al punto de partida. La Policía Local y Protección Civil, presentes durante todo el trayecto, facilitaron el repliegue del cortejo sin incidentes.
Entre los asistentes al acto estuvieron presentes la alcaldesa de Alcalá, Judith Piquet, y los concejales Antonio Saldaña, Orlena de Miguel y Pilar Cruz, además del presidente de la Junta de Cofradías Penitenciales, Gregorio Manzanares. La escena, pese a su brevedad, dejó imágenes de recogimiento y fe que marcaron el arranque de los días de Pasión en la ciudad.
Ya en el interior del convento, la Cofradía celebró un acto íntimo y cargado de emoción. Sin el recorrido previsto, el recogimiento y la devoción encontraron refugio entre los muros del templo, manteniendo vivo el espíritu del Vía Crucis. Fue, en palabras de algunos asistentes, «un momento de fe compartida, a pesar del agua».
Aunque el paso del Cautivo no pudo recorrer las calles complutenses como cada año, la cita cumplió con su propósito: reunir a los devotos, abrir el calendario cofrade y reafirmar una tradición profundamente arraigada en Alcalá.
Imágenes del recorrido del Cautivo el Viernes de Dolores

















