- El centro histórico se llenó de fieles y curiosos en la primera gran cita de la Semana Santa alcalaína.
- El paso fue portado por la Cofradía de Medinaceli y ambientado por la Agrupación Musical Jesús de Medinaceli.
El Domingo de Ramos volvió a llenar las calles del centro histórico con uno de los actos más esperados y simbólicos del calendario cofrade: la procesión de la Borriquilla. Con ella se dio el pistoletazo de salida a la Semana Santa de Alcalá de Henares, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, en una jornada marcada por el ambiente familiar, la devoción y el acompañamiento musical.
El paso de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén fue llevado por los hermanos de la Cofradía Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli y María Santísima de la Trinidad. La procesión, organizada por la Junta de Cofradías, partió desde la Catedral Magistral y avanzó por las calles más emblemáticas del centro, generando una notable expectación entre los vecinos, muchos de ellos con palmas y ramas de olivo en mano.
El obispo de Alcalá, Antonio Prieto Lucena, encabezó el cortejo, que contó con la presencia de la alcaldesa, Judith Piquet, y varios miembros del equipo de gobierno. La música corrió a cargo de la Agrupación Musical Jesús de Medinaceli, cuyas marchas aportaron emoción y solemnidad a una escena que, para muchos, marca el verdadero comienzo de la Semana Santa.
El paso por enclaves como la plaza de los Santos Niños o la calle Mayor permitió contemplar de cerca el esfuerzo de los costaleros y el trabajo de las hermandades. Especialmente significativa fue la participación de niños y familias, que cada año encuentran en esta procesión una ocasión para introducir a los más pequeños en las tradiciones de la ciudad.
A lo largo del recorrido, el público mostró respeto y silencio en los momentos de recogimiento, intercalados con aplausos espontáneos al paso del trono. La ausencia de incidentes y la buena organización permitieron que todo transcurriera con normalidad.
La Borriquilla no solo abre el programa cofrade, sino que marca el tono de una semana en la que la ciudad vivirá de nuevo una intensa actividad religiosa y cultural. A partir de este momento, las hermandades comenzarán a tomar las calles con distintas procesiones, en una tradición que combina fe, historia y participación ciudadana.
Imágenes de la procesión de la Borriquilla de Alcalá de Henares

















