- El conjunto alcalaíno se impuso 11-3 en un encuentro marcado por la solidez defensiva y la falta de ritmo ofensivo.
- Con 31 puntos en la clasificación, la permanencia está a un solo paso cuando restan cuatro jornadas para el final.
El Rugby Alcalá volvió a hacer los deberes en casa y lo hizo en un partido de los que no enamoran al espectador, pero que valen su peso en oro cuando se pelea por la permanencia. En una tarde espesa, sin apenas alegrías ofensivas, los de rojo sumaron una victoria clave ante Hermo Soto del Real, un rival directo por la permanencia que llegaba al Luisón Abad con urgencias clasificatorias.
El encuentro fue, desde el primer minuto, una batalla en el barro. No por el estado del campo, sino por el planteamiento táctico: ambos equipos priorizaron el orden defensivo sobre el atrevimiento en ataque. Las fases estáticas se sucedieron sin demasiada continuidad y las imprecisiones se impusieron a la creatividad.
No fue hasta el minuto 26 cuando se abrió el marcador, gracias a la intuición de Agus Sarmiento. El medio de melé local, tras varias fases cerca de la línea de ensayo, optó por una acción individual que culminó con el primer y único ensayo del partido. El 5-0 daba algo de oxígeno a un Alcalá que necesitaba imponerse en su feudo.
La reacción del conjunto visitante llegó pocos minutos después, cuando De Brun transformó un golpe de castigo lejano que apretaba el marcador antes del descanso (5-3). Esa primera mitad también dejó dos expulsiones temporales, una por cada equipo, y la lesión de Baez, quien tuvo que abandonar el terreno de juego.
La segunda parte no varió el guion: pocos riesgos, muchas interrupciones y el cronómetro corriendo a favor de los intereses locales. Fue Mateo quien, desde el pie, amplió la ventaja hasta el 8-3 a falta de veinte minutos para el final. Y, ya en la recta definitiva, otro golpe suyo puso el 11-3 con el que se cerró el marcador.
Más allá del juego, la victoria permite al Rugby Alcalá respirar tranquilo. Con 31 puntos, el equipo se afianza en la zona media y podría certificar matemáticamente la permanencia en la próxima jornada. Un objetivo que ha ido madurando desde aquella victoria en Málaga que marcó un punto de inflexión en la temporada.
Por su parte, Hermo Soto del Real ve cómo se le complica la salvación tras la victoria del Olímpico. No solo se marchó de Alcalá sin puntos, sino que tampoco logró el bonus defensivo al perder por más de siete puntos.
El conjunto complutense tendrá ahora una semana de descanso antes de afrontar su próximo reto: recibir el 12 de abril, a las 16:00 horas, al líder del grupo, Majadahonda, en lo que promete ser un encuentro exigente para medir el verdadero estado de forma de los de casa.