- El conjunto alcalaíno comenzó dominando, pero acabó pagando caros los errores defensivos.
- Las jugadoras confían en revertir la situación en el próximo duelo ante el Bigues i Riells, rival directo.
El Iman Serroukh Alcalá Hockey sufrió una dura derrota en su visita al PHC San Cugat por 6-1, en un encuentro correspondiente a la OK Liga Iberdrola que se presentaba como crucial en la lucha por la permanencia. El marcador, abultado y engañoso, no hizo justicia al esfuerzo de un equipo que peleó hasta el final, generó ocasiones y demostró momentos de buen juego.
Conscientes de la importancia del choque y de que otros equipos inmersos en la pelea por la salvación también se enfrentaban entre sí, las complutenses salieron con una presión alta desde el inicio. Esa actitud les permitió neutralizar el juego del equipo barcelonés, que durante los primeros minutos encontró muchas dificultades para acercarse a la portería defendida por Julieta Rouco. Sin embargo, en una acción aislada en el minuto 8, Alba Ambrós aprovechó una oportunidad para adelantar al San Cugat. El gol cayó como un jarro de agua fría, pero no frenó el empuje visitante, que continuó generando llegadas sin acierto.
El segundo golpe llegó diez minutos después, cuando Xenia Matas transformó una falta directa que dejó al equipo alcalaíno con una desventaja de dos goles al descanso. La sensación era de injusticia: el marcador no reflejaba lo visto sobre la pista.
Tras el intermedio, el Alcalá salió decidido a cambiar el rumbo. Y lo logró momentáneamente. La joven Del Val, fruto de una buena jugada coral, recortó distancias apenas un minuto después de la reanudación. Con el 2-1, las jugadoras de Marcos Pérez vivieron sus mejores minutos, rozando el empate en varias ocasiones.
Pero el deporte a veces es cruel. Cuando más cerca parecía el 2-2, el San Cugat golpeó de nuevo. Arian Martín puso el 3-1 en el marcador, lo que obligó al equipo visitante a arriesgar aún más. Esa valentía dejó espacios que las catalanas supieron aprovechar con eficacia quirúrgica. Laia Paredes marcó el cuarto, Paula Roldán el quinto y, apenas sacado de centro, una desafortunada jugada acabó con el 6-1 definitivo.
El resultado fue un castigo excesivo para un equipo que tuvo ocasiones hasta el final. Dos faltas directas pudieron maquillar el marcador, pero la falta de acierto a bola parada, que viene siendo una constante esta temporada, impidió que el marcador se moviera a favor de las alcalaínas.
Ahora, el calendario da un breve respiro con motivo del parón de Semana Santa. Un tiempo que servirá para recargar energías de cara al enfrentamiento del 3 de mayo frente al Bigues i Riells, rival directo por la permanencia. Desde el club ya se hace un llamamiento a la afición para que llene las gradas y apoye al equipo en un partido que podría marcar el destino de la temporada.
El objetivo de la permanencia sigue al alcance. Las jugadoras lo saben. Y si algo demostraron en San Cugat, pese al resultado, es que están dispuestas a luchar hasta el último segundo.