- La acumulación de residuos en la calle Andorra, junto a las vías del tren y próxima a la estación de La Garena, preocupa a los vecinos por los riesgos de incendios y la falta de mantenimiento.
- Los residentes denuncian el abandono de esta vía, convertida en un vertedero ilegal, y exigen soluciones inmediatas al Ayuntamiento para garantizar la seguridad y la salubridad.
Neumáticos usados, escombros y muebles viejos se amontonan en la calle Andorra, una vía que lleva años sin recibir un mantenimiento adecuado y que ha sido señalada como un foco de insalubridad y riesgos. Este espacio, situado junto a las vías del tren y próximo a la estación de La Garena, ha generado numerosas quejas de los vecinos, quienes denuncian el abandono y el peligro que suponen estos residuos. Tal y como recoge Telemadrid, esta situación preocupa especialmente por el riesgo de incendios en la zona.
“Aquí ha habido incendios. Los bomberos lo han apagado y tampoco lo han limpiado. Hasta que un día haya un accidente. Tú fíjate los neumáticos, cómo veis bien ahí. Eso es un peligro si salen ardiendo. La que se puede liar con el tren. ¡Cortas tren, cortas todo!”, comenta un vecino de la zona, visiblemente preocupado.
Los residentes también critican la falta de claridad sobre la gestión de esta calle. Aunque aseguran pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), sienten que el mantenimiento de la zona no está garantizado. “Cuando quieren meter cables de telefónica o tuberías, a nosotros nunca nos piden permiso. El permiso se lo piden al Ayuntamiento. Entonces yo entiendo que si el permiso se lo piden al Ayuntamiento es porque es vía pública. Si no, nos lo deberían pedir a los propietarios”, señala el mismo vecino.
Ante estas denuncias, el concejal de Medio Ambiente, Vicente Pérez, ha reconocido que se trata de un problema de insalubridad y ha declarado que el Ayuntamiento actuará de inmediato para retirar los residuos acumulados. “Por eso teníamos previsto actuar en estos próximos días para eliminar estos residuos de este punto”, aseguró. Además, ha reiterado que la responsabilidad de mantener la calle limpia recae en los propietarios de las naves industriales del polígono, una situación que se remonta a su construcción en 1973 y a la falta de una comunidad de propietarios.
Sin embargo, estas promesas no terminan de convencer a los vecinos, quienes esperan medidas más contundentes para evitar que esta situación se repita. Aunque el consistorio también estudia la posibilidad de implementar vigilancia y sanciones más estrictas contra los responsables de los vertidos, el malestar en la zona sigue creciendo debido a la percepción de abandono prolongado.
La acumulación de residuos en esta vía no solo genera una imagen de abandono, sino que también representa un peligro real para la seguridad de los vecinos y las infraestructuras cercanas. Los neumáticos y escombros acumulados junto a las vías del tren incrementan el riesgo de incendios, lo que podría desencadenar graves consecuencias para la circulación ferroviaria y la seguridad pública.
Los residentes insisten en que esta problemática debe ser una prioridad para las autoridades locales, instando a que se tomen medidas inmediatas y efectivas. Mientras tanto, el vertedero ilegal de la calle Andorra sigue siendo un recordatorio visible de la necesidad de una solución definitiva.