- Tras alcanzar casi los 4 metros de profundidad, el río Henares ha comenzado a descender, aunque la alerta roja se mantiene.
- La borrasca Konrad traerá nuevas lluvias, lo que podría frenar la recuperación y prolongar las restricciones en las zonas afectadas.
Durante días, la crecida del río Henares ha mantenido en vilo a la ciudad. Calles anegadas, carreteras cortadas y la incertidumbre de hasta dónde llegaría el agua han marcado la rutina de los vecinos. Hoy, la situación parece estabilizarse, pero la alerta sigue vigente. Tras haber alcanzado casi los 4 metros de profundidad, el caudal ha comenzado a descender, situándose en 3,182 metros según la Confederación Hidrográfica del Tajo. Aun así, el nivel rojo se mantiene y la amenaza no ha desaparecido del todo.
Las imágenes del Henares desbordado han inundado redes sociales y han sido tema de conversación en toda la ciudad. Desde los cortes de carreteras hasta las calles convertidas en auténticos canales, la situación ha sido excepcional. La peor parte se la ha llevado la carretera M-206 en dirección a Torrejón de Ardoz, donde el agua obligó a cerrar un carril provocando retenciones. En otras zonas, los caminos ribereños han desaparecido bajo el agua, mientras que el Molino Borgoñón y el puente del Zulema han quedado completamente anegados.
El descenso del caudal es una buena noticia, pero no suficiente para dar por finalizada la emergencia. Las autoridades han insistido en que la situación sigue siendo delicada y que aún es pronto para recuperar la normalidad en las zonas afectadas. En algunos puntos, el agua ha comenzado a retirarse, dejando tras de sí acumulaciones de barro y restos arrastrados por la corriente. Sin embargo, aún hay zonas donde los accesos permanecen cortados y donde la vigilancia se mantiene activa.
Las autoridades han advertido que el riesgo aún no ha desaparecido y que es necesario mantener la precaución en las zonas más afectadas. Aunque en algunos puntos el agua comienza a retroceder, cualquier nueva precipitación podría ralentizar el proceso y complicar la situación.
La llegada de la borrasca Konrad tras la tregua del miércoles añade incertidumbre a la evolución del caudal, por lo que la recomendación sigue siendo evitar desplazamientos innecesarios por las inmediaciones del río y mantenerse atentos a las actualizaciones de los organismos oficiales.
Aunque el descenso del caudal es un signo positivo, la Confederación Hidrográfica del Tajo sigue monitorizando el nivel del agua para evitar nuevos repuntes. La previsión es que el río continúe bajando en los próximos días si la meteorología acompaña, pero con la llegada de la borrasca Konrad y las lluvias previstas, el escenario aún es incierto.
Por ahora, la imagen del río crecido sigue siendo el centro de atención en Alcalá. La ciudad, que ha vivido con expectación y preocupación el aumento del caudal, ahora sigue pendiente de su evolución mientras se evalúan los daños y se trabaja en la recuperación de las zonas más afectadas. La incertidumbre sigue latente, y los próximos días serán clave para determinar si la situación mejora o si el Henares vuelve a complicar la movilidad y la seguridad en la ciudad.