- La lluvia no impidió que las marchas procesionales resonaran por el casco histórico en un Martes Santo que ya es cita obligada.
- La muestra refuerza el carácter cultural y espiritual de una Semana Santa en constante crecimiento.
El centro histórico se convirtió este martes 15 de abril en un escenario musical cargado de devoción y tradición. Coincidiendo con el Martes Santo, la Banda de Palio de Juventudes Musicales celebró su III Muestra de Música Procesional, una propuesta que ha logrado consolidarse como una de las citas más esperadas de la Semana Santa local.
Desde primera hora de la tarde, los sones cofrades comenzaron a desplegarse por las calles, iniciando un recorrido que, a pesar de los contratiempos meteorológicos, logró emocionar a vecinos y visitantes. La lluvia obligó a detener el repertorio en algunos momentos, pero no impidió que el evento siguiera adelante con determinación y compromiso.
La jornada arrancó junto a la iglesia de Santa María la Mayor, donde comenzaron a sonar las primeras marchas. El agua obligó a interrumpir la interpretación poco después, pero la Banda de Palio retomó su recorrido en la misma calle Libreros, avanzando hacia la Plaza de Cervantes. Allí, de nuevo bajo amenaza de lluvia, el grupo continuó su itinerario con paso firme.
La calle Mayor se convirtió en uno de los tramos más simbólicos del recorrido, donde la música resonó con fuerza entre soportales y balcones. Frente al antiguo Hospital de Antezana, la emoción se palpaba en el ambiente. En el interior del centro, se vivió un momento especialmente solemne que subrayó el carácter espiritual del evento.
El trayecto avanzó hasta la calle Imagen, punto de encuentro con la Hermandad de la Columna, y culminó en el Monasterio de Santa Úrsula, donde esperaba la Hermandad de la Agonía. El final del recorrido fue, una vez más, una conjunción perfecta de sentimiento, música y simbolismo.
Como colofón, el concierto final se celebró frente a la Capilla del Oidor, en plena Plaza de Cervantes, uno de los lugares con mayor carga histórica y espiritual de la ciudad. A pesar del frío y la lluvia intermitente, el público permaneció fiel hasta el último acorde, arropando a los músicos en un cierre que puso en valor tanto la calidad interpretativa como la pasión por la tradición cofrade.
La Muestra de Música Procesional no es solo un evento musical, sino una expresión cultural profundamente enraizada en la identidad local. En un Martes Santo sin procesiones en el centro, esta propuesta llenó de sentido y solemnidad un hueco en el calendario, demostrando que la música también puede ser procesión, oración y encuentro.
La Banda de Palio de Juventudes Musicales no solo ha vuelto a cumplir con creces su cita anual, sino que ha reafirmado su papel como motor cultural y espiritual en una Semana Santa que no deja de crecer en participación y relevancia.
Imágenes de la III Muestra de Música Procesional de la Banda de Palio













