- Se han sustituido 45 luminarias obsoletas por nuevas luces LED de bajo consumo.
- El objetivo es mejorar la visibilidad y seguridad en una zona muy transitada por los vecinos.
El entorno del Acuartelamiento Primo de Rivera cuenta desde esta semana con una nueva iluminación. La Concejalía de Obras y Mantenimiento Urbano ha llevado a cabo la renovación de 45 luminarias que se encontraban distribuidas en el perímetro del recinto militar, una actuación que responde tanto a la necesidad de mejorar la visibilidad como a la de avanzar en la eficiencia energética del alumbrado público.
Según indican desde el Ayuntamiento, los trabajos han consistido en la sustitución de antiguas lámparas de vapor de sodio de 250W por nuevas luminarias LED de 114W. El cambio permitirá reducir el consumo energético y, al mismo tiempo, ofrecer una mejor calidad lumínica, especialmente en un espacio que llevaba tiempo presentando deficiencias por farolas que permanecían inoperativas desde hace meses.
El concejal de Obras y Mantenimiento Urbano, Antonio Saldaña, ha asegurado que «con esta actuación, se mejorará notablemente la visibilidad y seguridad en la zona, muy transitada al ser zonas de paseo y esparcimiento para los vecinos». La intervención, que ha contado con un presupuesto superior a los 16.000 euros, se ha realizado tras un acuerdo con el acuartelamiento para poder actuar sobre el perímetro de las instalaciones.
Desde el Consistorio explican que esta mejora forma parte de un plan más amplio orientado a modernizar el alumbrado en áreas que presentan carencias tanto en iluminación como en condiciones de seguridad. En las últimas semanas se han acometido otras actuaciones similares en espacios públicos que registraban una notable afluencia de vecinos y que presentaban problemas similares.
La renovación de las luminarias ya es visible en la zona, donde los residentes han podido comprobar los efectos inmediatos de la intervención. La medida busca responder, además, a una de las principales demandas vecinales: mejorar el mantenimiento urbano en zonas que, pese a su uso frecuente, habían quedado rezagadas en inversiones municipales anteriores.