- El Gobierno local inicia la licitación para adjudicar los espacios disponibles en la planta baja del Mercado de Abastos.
- El proyecto pretende devolver la vida a este enclave histórico con nuevas propuestas gastronómicas y comerciales.
El Mercado Municipal de Abastos podría vivir una nueva etapa en los próximos años. El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha iniciado el proceso para adjudicar los espacios actualmente vacíos en la planta baja del edificio, situado en plena Plaza del Mercado. La intención, según indican desde la institución, es reactivar este espacio histórico para convertirlo en un centro de referencia gastronómica y comercial que combine la esencia del comercio tradicional con nuevas propuestas pensadas para el disfrute dentro del propio mercado.
Fuentes municipales reconocen que el recinto lleva años en una situación de declive, con una pérdida progresiva de actividad y el cierre de numerosos puestos. La idea que se plantea ahora pasa por un modelo inspirado en otras experiencias similares: negocios que, además de vender productos, ofrezcan degustaciones, eventos temáticos, actividades culturales y propuestas adaptadas a los nuevos hábitos de consumo.
La concejala de Comercio, Orlena de Miguel, ha subrayado que recuperar y revitalizar el Mercado Municipal es «uno de los principales retos de este mandato». A su juicio, se trata de un espacio con «gran valor histórico para los alcalaínos» que necesita una intervención decidida para recuperar su protagonismo en la vida comercial del casco histórico.
El proyecto incluye, además, la modernización de los servicios del mercado, con iniciativas como la venta online, el reparto a domicilio o la digitalización de algunos procesos. Desde el Ayuntamiento señalan que el objetivo final es que el mercado se convierta en un espacio vivo, con identidad propia, capaz de atraer tanto a vecinos como a visitantes.
La licitación permitirá explotar comercialmente más de 350 metros cuadrados de superficie entre puestos y zonas comunes. El contrato tendrá una duración de 25 años, prorrogable cinco años más, y establece un canon mínimo de licitación de algo más de 34.000 euros anuales, impuestos aparte.
Desde el Consistorio aclaran que se prestará especial atención a la calidad del proyecto de explotación que presenten las empresas interesadas, valorando aspectos como la capacidad de dinamización, la promoción del espacio y la coherencia de la oferta gastronómica.
Aunque la fecha límite para presentar ofertas aún no ha sido publicada, el proceso ya está en marcha y desde el Ayuntamiento confían en que esta transformación sirva para devolver al mercado su papel como punto de encuentro de la ciudad.